Desde que nacemos el Estado nos condiciona a tener ciertas exigencias como documentos que va desde la identificación hasta el reporte de ingresos que tenemos año a año.
Estos trámites son obligatorios y van llegado uno a uno con cada decisión importante en la vida: casarse, tener hijos, estudiar, trabajar, separase, ser padrino, ser fiador, etc.
No obstante, hay varios trámites que se deben hacer que no están en la cabeza de muchos y es cuando se va llegando la hora de la muerte.
Entonces, aunque todos somos consientes de que este momento va a llegar, pocas personas realmente se preocupan por los consecuencias materiales.
Testear sus bienes, estar al tanto de los seguros de vida y tener preparados los servicios de defunción, son, solamente, la punta de iceberg.
“Testar sus bienes: en este documento se realiza una manifestación escrita de libre voluntad y de forma solemne, en la cual se relacionan los bienes de los cuales es propietario el testador y podrá estipular la forma en que serán adjudicados posterior a su fallecimiento, sin dejar de lado los parámetros de la ley colombiana, la cual dispone que del patrimonio de testador, 50% está dirigido a sus herederos forzosos y 50% a su libre disposición; elevando su voluntad a escritura pública”, explicó Marilyn Valencia, asistente legal para asuntos de familia, infancia y adolescencia de Riveros Victoria Abogados.
Posteriormente, al momento del fallecimiento de la persona asegurada, los beneficiarios recibirán el pago del monto previamente establecido.
Un seguro de vida podría ser importante para dejarle liquidez a los miembros de la familia mientras se lleva a cabo el proceso de liquidación de la sucesión.
Además es muy importante tener los servicios de defunción prepagado, es fundamental porque en el momento de su muerte, sus seres queridos no tendrán el ánimo para llevar a cabo procesos tediosos y burocráticos.
“El dinero recaudado cubrirá los servicios correspondientes a los gastos exequiales el día del fallecimiento, por lo que no tendría por qué pagar nada extra. Sin embargo, es importante que realice una revisión del contrato del servicio para tener clara la relación de lo que este incluye, pues en varias ocasiones los seguros de vida incluyen también seguro de defunción”, agregó la abogada.
Por otro lado, y volviendo al testamento es importante que “determine cómo debe administrarse y distribuirse su patrimonio después de su muerte, es fundamental dejarle reglas claras de distribución al partidor; designe un ‘guardador’ para sus hijos menores en el evento de que el otro padre también falte; desherede a algún miembro de su familia, si fuere el caso; reconozca a un hijo, si fuere el caso; proteja patrimonialmente a terceros -que no sean sus legitimarios- con quienes sienta algún compromiso financiero; y designe a una persona de su confianza para que administre -como albacea- su patrimonio mientras se liquida la sucesión”, explicó Andrea Concha, asociada de PPU.
Aunque esta ceremonia es para los vivos, muchas personas, antes de morir, dejan claro cómo quiere que sean sus exequias. Si prefiere ser cremado o enterrado, si quiere ser velado y qué rito quisiera, etc.
Además, su voluntad en cuanto al derecho a morir dignamente. Esto es muy importante porque muchas veces las personas entran en estados de salud muy difíciles y si no tienen un testamento vital, en algunos casos la decisión queda en manos de los familiares más cercanos y en otros casos, los familiares quedan de manos atadas sin poder tomar decisiones por no existir una voluntad previa y clara de la persona.
“Si la persona tiene un rol de liderazgo importante en una empresa familiar, debería dejar las reglas para la “transmisión del bastón de mando” y de ser posible, haber adelantado previamente un proceso de elaboración de protocolo de familia, para así evitar que la empresa familiar fracase con la muerte del fundador o del miembro de la familia que lidere la empresa”, agregó Concha. Por último, revise el tema pensional para dejar a la pareja o hijos, según el caso, debidamente protegidos.
Fuente: El Colombiano